¡Minna-san!!!
¡Otsukareina!!!
Definitivamente muchos me querrán agarrar a palos por haber dejado pasar tanto tiempo para comentar sobre éste concierto a más de un año de su realización, pero como les dije al principio del mes, fueron muchos los motivos los que me obligaron a dejar por tanto tiempo en stand by al blog, pero ni modo, ya es hora de trabajar otra vez.
En fin. Recuerdo el primer comentario que hice sobre éste concierto en mi página de Facebook y la verdad me reafirmo en lo que escribí en aquella ocasión. Decir que fue un concierto bueno, sería quedarse chico en los comentarios positivos. Fue un concierto excelente en todo el sentido de la palabra, todas se dieron íntegras para brindar un espectáculo A-1 y vaya que lo hicieron de una manera grandiosa. Hasta la muchas veces vapuleada por mí, como es Yokoyama Reina, brindó una actuación increíble para los estándares que se maneja. Y si bien Morito no fue una estrella, se las arregló para brillar a su manera, en una noche inolvidable.
Iniciábamos la velada con un VTR bastante nostálgico y con bastante punche, para luego empezar de una manera brutal con What is Love?, que valgan verdades, con Sato Masaki arengando al público y demostrando que cuando le da la gana de hacer bien las cosas, el asunto sale genial. Y la cosa tenía que seguir al mismo nivel y fue con I Surrender Ai Saredo Ai que hicieron estallar al Nippon Budoukan y aunque esa canción no sea de mi agrado, el público no opinó lo mismo. Y después de ese inicio al 100%, vendría un pequeño descanso con el primer MC y de verdad se merecían recuperar el aire.
Y la fiesta tendría que continuar con su toque de nostalgia y fue Resonant Blue el encargado y vaya que no tiene nada que envidiarle esa versión a la Platinum. Seishun Kozou ga Naiteiru nos decía que en definitiva no era la Platinum el que estaba en el escenario, sino un renovado Morning Musume. Pero aún había tiempo para más nostalgia y ésta vez nos regalarían Nanchatte Renai y vamos, hubiera sido el colmo que Oda cometiera el mismo error que cometió en el Michishige Eleven y ¡carajo!!!, vaya que se lucieron Morito, Sato y Yokoyama. TIKI BUN sería el siguiente plato a servir y hasta ese momento el concierto iba viento en popa. Y sería con Kimagure Princess cuando consiguieron hasta ese momento una hermosa nota aprobatoria.
Segundo MC de la noche, pero la fiesta tenía que continuar y fue con una aceptable versión de Toki wo Koe, Sora wo Koe. Pero no había tiempo para debilidades y fue con Sukatto my Heart donde nos decían que esas baterías aún estaban bien cargadas. Y si que había para más, con Utakata Saturday Night lo demostraron. Y una nueva puñalada de nostalgia vino de la mano de Mikan y bueno, yo la verdad no cabía en mi satisfacción de ver un buen show hasta ese momento. Y la sorpresa de la noche fue la aparición de las BEYOOOOONDS, que por primera vez (y quizás la única) pisaban el Nippon Budoukan, ya sería cuestión de ellas que lo hagan por su cuenta. Ok, comentario random que no viene al caso, pero ya me conocen.
Después de ese divertido MC vendría otro golpe de nostalgia con Seishun Collection, el que lo cantarían solas hasta que reaparecieron las dueñas de la fiesta. Jealousy Jealousy nos decía que era un concierto de Morning Musume. Y no hay concierto que se respete que no tenga incluído su medley, pero antes nos deleitaron con un divertido juego de luces a cargo de Ikuta, Ishida y Kaga y una versión de The Vision con Fukumura, Oda, Sato, Nonaka, Makino, Yokoyama, Haga y Morito, antes de comenzar con el castigo. Primero fue con Sexy Cat no Enzetsu, con Yokoyama siendo parte del trío de gatas, continuando con Naichau Kamo, en una excelente performance de un tema por demás emblemático de la Platinum. Watasahi no Nanni mo Wakacchanai y Kimi Sae Ireba Nani mo Iranani en su versión updated fueron el siguiente plato del castigo, seguido de otra updated, el ya clásico Renai Hunter. A Gonna, aunque indigerible como siempre, estuvo genial y terminaban el castigo con Oh my Wish! y su curioso juego de luces, siendo reemplazadas nuevamente por las BEYOOOOONDS.
Tercer MC de la noche y continuaban con Seishun Night, en una nueva muestra de que seguían al pie del cañón y que refrendarían con One Two Three. Y definitivamente sigo sin soportar Are You Happy?, pero hasta ese momento, con tanto placer audiovisual que me dieron, les pude soportar ese traspié. Y un nuevo recuerdo a cargo de Password is 0, que aunque no es tan antiguo, si tiene sus añitos. Pero por enésima vez encenderían el Nippon Budoukan con Wagamama Ki no Mama Ai no Joke y, ¡por Kamisama!!! ¡Qué versión que les salió!!!
Seguíamos con el encore, para luego deleitarnos con Jinsei Blues, que valgan verdades, suena mejor en vivo. Jiyuu na Kuni Dakara me dejó encantado, aunque como dije en el comentario respectivo sobre el single, fue su decepcionante coreografía lo que echa en tierra tan excelente tema y que al igual que Jinsei Blues, suena mucho mejor en vivo.
Último MC de la noche y me sorprendieron con una canción que no pensé escuchar, después de haber sido testigo de uno de los mejores conciertos de Morning Musume en muchos años, ENDLESS SKY y la verdad que algo se removió dentro de mí, es que esa canción contiene tantos recuerdos, tantos sentimientos y tanto dolor en sus versos que mentiría si dijera que no me hizo llorar.
Pero no había tiempo para tristezas y nos darían una muestra de que cuando quieren hacer bien las cosas y terminarlas de una manera genial, lo harían en la forma de uno de los singles más poderosos que nos hayan dado jamás las Hijas de la Mañana, Koko ni Iruzee.
Y así concluía un concierto poderoso, genial, como no lo había visto en mucho tiempo y como limpiándose la cara después de sucesivos fracasos y conciertos a la mitad de lo que saben hacer. Terminaron con una sonrisa a flor de labios y lo más importante, con aire y con bastante actitud, muy distinto a conciertos donde terminaron pidiendo la hora y al borde del colapso.
Bueno, ésto fue sólo el comienzo, en los próximos posts lo hecho por las chicas y el análisis del concierto en sí, sólo me queda decir que todas hicieron un trabajo soberbio y volvieron a ser las Morning Musumes de siempre, las herederas de 20 años de éxitos y trabajo arduo.
Y así las quiero ver siempre.