jueves, 5 de febrero de 2015

Y dicen que las cosas valiosas cuestan sangre, ¿sudor? y lágrimas.


¡Minna-san!!!

¡Otsukareina!!!

Y bueno, ya que algunos están asustados por lo que ocurrirá dentro de tres años, voy a contarles algo para que se animen un poco y se les pase el susto. Y ésta historia tiene que ver que cierta muchacha que al parecer tenía complejo de pescado a pesar de su evidente amor por todo lo felino, pues la muchacha en cuestión poseía una extraña particularidad. No importaba cuanto cantara, bailara o durara el concierto en el que estaba, siempre terminaba más fresca que una lechuga y sin una sola gota de sudor en su piel. Y esa muchacha era como ya muchos deben de haberlo adivinado, mi Divina Felina, Tanaka Reina.

La verdad que para llegar a ésta curiosa conclusión tuve que soplarme unos cinco conciertos completos, contando desde el Bon Kyu Bon Kyu Bomb del 2007, el primer concierto de la Platinum, pasando por el Single Daizenshuu, el Resonant Live, el Rival Survival y el Ai BELIEVE, para darme cuenta de que haga lo que haga, Tanaka nunca o casi nunca sudaba, a diferencia de sus compañeras de esa época, que terminaban bañadas en sudor, en especial mi ex-Líder, Takahashi Ai que un poco más y se desintegraba de lo tanto que sudaba o Niigaki Risa, que la verdad, ya decía yo que ese cuerpo envidiable tenía su razón de ser, por todo lo que sudaba en esos conciertos.

Pero en lo referente a la pequeña Tanaka, pues naca la pirinaca, la Felina no sudaba así la sometieras a una rutina de baile tan pesada que mataría hasta a un bailarín profesional como esa masacre llamada Michishige Eleven Soul, donde ese medley de más 15 minutos lo resistió la Gruñona sin derramar una sola gota de sudor y eso que no hablo de la inhumana resistencia que tenía a cantar y bailar al mismo tiempo y terminar enterita un concierto como quien no quiere la cosa.

Ahora no vayan a pensar que le estoy haciendo la barba a Tanaka, pero la verdad que investigué en forma concienzuda para llegar a ésta conclusión, pero tampoco que las demás chicas fueran unas debiluchas, pues todas hacían unos prodigios de resistencia increíbles, como en esa versión de Koko ni Iruzee! del Resonant Live, donde a cosa de más de la mitad del concierto, todas se dieron íntegras en una de las versiones más divertidas y recordadas de esa canción y donde todas terminaron de una pieza.

O como olvidar esa brillante actuación de todas en el Ai BELIEVE, donde todas terminaron cansadas y sudorosas, pero felices, pero en lo que se refiere a Tanaka, ésta bien gracias y como si nada y a seguir con la rutina. Debo pensar que las glándulas sudoríparas de la Felina como que no estaban muy desarrolladas que digamos, a falta de una explicación más lógica o científica al asunto.

Y eso que no menciono la intrincada resistencia de Tanaka a llorar en las graduaciones, creo que la única vez que la vi llorar fue cuando despidió a Junjun en el Rival Survival, pero de ahí, naranjas, ni siquiera lloró al despedir a Kamei, aunque no voy a negar que si estaba súper triste. Otra cosa fue cuando se despidió de Takahashi. No lloró, pero hizo un esfuerzo casi sobrehumano para contener las lágrimas. Cuando le dijo adiós a Niigaki si fue otro cantar, pues poco le faltó para saltar en una patita de alegría. Ok, algo exagerado, pero definitivamente llorar no estaba en sus planes, pero cuando despidió a Mitsui ahí si fue otra cosa, sí que sintió la ausencia de la Panda. De graduaciones pasadas si no tengo idea, pues no poseo mayor información, pues mis registros sólo llegan a mayo del 2007, cuando despidió a Yoshizawa y tampoco lloró.

En conclusión, creo que Tanaka no era de expeler muchos fluidos corporales en los conciertos del grupo, llámese lágrimas o sudor, así de fresca era la muchacha ésta, como que la famosa frase de sir Winston Churchill, esa de “Sólo les prometo sangre, sudor y lágrimas para alcanzar la victoria” no iba con ella, tal vez por eso del celebrado mal carácter de Tanaka ella no era mucho de llorar y por su amor por los gatos, animalitos que no son de sudar mucho, el sudar tampoco e hizo que su naturaleza humana se mezclara con su instinto felino.

No por nada era la Enana Gruñona que amé y siempre será para mí Divina Felina.


2 comentarios:

  1. Gracias por tú comentario, pero creo que también aclaré algo, que no tengo registros de graduaciones pasadas así que por eso no anoté lo de Kaori, sólo me basé en lo que fui testigo, así que ya que NI SIQUIERA lloró en su propio concierto de graduación, pues asumí que no era mucho de llorar, pero de todos modos muy válida tú aclaración y te lo agradezco.

    Saludos.

    ResponderEliminar