sábado, 12 de diciembre de 2015

Entre la quimera y la realidad.

¡Minna-san!!!

¡Otsukareina!!!

Y que ayer el mundo wota de éste lado del charco fue remecido por una curiosa noticia que puso de vuelta y media a todos los que se precian de seguir a las idols japonesas. Pero, ¿qué fue eso que casi ocasiona más de un desmayo, no pocos ataques hepáticos y más de una sorpresa? Pues nada más y nada menos que la noticia de que el señor Akimoto Yasushi (si, el mismo que ya nos tiene hasta el copete con sus grupos numerosos) estaría en tratos con otro señor muy conocido en la industria del entretenimiento en México y que responde al nombre de Pedro Damián para ver la posibilidad de que el ya famoso Proyecto 48 expanda sus tentáculos por América Latina y crear la versión mexicana de AKB48. Así como lo leen.

Personalmente a mí me tiene sin cuidado la noticia y no me preocupó en lo absoluto, pero si me lo preguntan, creo que no hay porque alarmarse, pues nadie está diciendo que van a haber idols mexicanas o que necesariamente tienen que ser una copia de lo que hacen las 48 en su país. La cosa es simple. Lo que el señor Akimoto al parecer quiere es sólo añadir un nombre más a su franquicia y el señor Pedro Damián sólo ve una oportunidad de hacer mucho dinero a costa de un proyecto harto conocido en el mundo y que como muchos sabrán, es una muy lucrativa industria, así que no se me estén rasgando las vestiduras con el tema de “ay, van a romper las reglas idols”, “las idols fuera de Japón no existen” (pues si existen, nomás pregúntenles a las idols indonesias de JKT48 o a las idols chinas de SHN48 J), “van a deformar el concepto idol” y demás sandeces que ya pululan por ahí.

A ver, siendo más claro. Aquí el punto es sólo una gran estrategia de Marketing de parte de dos genios de la industria musical. Akimoto se da el lujo de seguir expandiendo su poderoso imperio de grupos 48 y Pedro Damián se hace cargo de los derechos del nuevo grupo del Proyecto 48 en tierras mexicanas. Tan simple como eso. Nadie está diciendo que porque la idea venga de Japón y tenga que ver con el movimiento idol japonés, en automático las chicas que formen parte del hipotético nuevo grupo 48 tengan que ser llamadas “idols” o que vayan a seguir a rajatabla el concepto idol, nada más absurdo y fuera de lugar. Aquí sólo se trata de hacer un grupo musical con todas las de la ley, con horarios de trabajo, ensayos de baile, conciertos, presentaciones y todo lo que conlleva un grupo musical, pero con el plus de formar parte de una industria conocida en el mundo, pero que no tienen que seguir de manera obligatoria la idea original.

Ahora, tampoco eso significa que las integrantes del futuro grupo (si es que se concreta la idea) van a ser unas descarriadas de primera, pues también es obvio que van a tener que seguir algunas reglas de comportamiento y eso tampoco es nada raro en grupos musicales ¿o acaso alguno de ustedes piensa qué por el hecho de que no sigan las reglas idols van a hacer lo que les dé la gana? Tampoco lo creo. Akimoto de todas maneras va a tener que cuidar su inversión y de todos modos va a ponerle algunas reglas al asunto, no creo que sea bien visto para su proyecto que las integrantes de un grupo 48 salga por ahí fumando, de juerga en la discoteca de moda o en el peor de los casos, que la vean por ahí con el novio de turno. Eso no pasa en su grupo principal y menos lo va a permitir en sus grupos hermanos. La cosa es ver hasta donde atracan esas reglas las posibles integrantes.

Personalmente creo que es una idea innovadora. Algo tirada de los cabellos, pero innovadora al fin y al cabo. El punto es saber que camino tomará el asunto. Cual será su idea principal. En que se basará su imagen  y su concepto visual. Que letras tendrán sus canciones y cual será su público objetivo. Y lo más importante, si aplicarán el concepto idol original japonés. El verdadero nudo gordiano en éste escabroso tema. La verdad que dudo mucho que las muchachas se adapten a un concepto tan extraño para muchas de ellas. Y otro problemita adicional. Ese que tiene de cabeza a todos. Si las chicas que formen parte del proyecto serán consideradas o no idols. Aunque yo creo que no, pero a las finales lo que yo crea como que no tiene mucha importancia, pero personalmente pienso que la cosa es como lo mencioné al principio. Que sólo será un grupo musical femenino mexicano que use un nombre conocido como parte de una franquicia internacional. Tan simple como eso.

Y si la idea llega a buen puerto, pues bienvenida sea. Y nuestros amigos mexicanos tendrán el gusto y el lujo de decir que tienen su propio grupo 48 y de pasadita así nos ahorrarán de ver a sus insufribles “grupos idols mexicanos” y sus “cantantes de j-pop en español”, en especial a cierto grupo que hace covers de grupos de j-pop capitaneado por una chica que cree que su grupo es el non plus ultra de eso que algunos entusiastas  fans llaman “idols mexicanas” y que entre una de sus ocurrencias más estrambóticas no se le ocurrió mejor idea (valga la redundancia) que meter a una pequeña que creo no tiene más de  12 años a su grupito. Y que conste que no tenga nada contra ella o su grupo, pero la ideíta sí que me pareció curiosa y por supuesto un poquito ridícula.

Entonces gentita, ya no se hagan problemas con ese tema y más bien hay que desearle toda la suerte del mundo a nuestros pares mexicanos y a ver si la Virgen de Guadalupe les hace el milagro de que todo les salga bien. 

En todo sentido. 

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