¡Minna-san!!!
¡Otsukareina!!!
La vez pasada leyendo
los clásicos comentarios a propósito de la graduación de la Pink Bunny, leí uno
que me hizo desternillar de risa. La verdad que no lo recuerdo muy bien, pero
decía algo así como: “Cuando se vaya Sayumi dejo de seguir al grupo, pues ya no
me gusta el estilo musical (?) que tiene ahora Morning Musume”, y así palabras
más, palabras menos.
Lo que me causó gracia
del comentario en mención fue lo del “estilo musical de Morning Musume”, o sea,
¿what? ¿y de cuándo acá Morning Musume tiene o tuvo un “estilo musical”
definido? Hasta donde sé, Morning Musume es un grupo idol pop, y al hacer pop,
no tiene un estilo definido, musicalmente hablando, pues comúnmente los
artistas que se dedican al pop suelen jugar con determinados estilos musicales,
tratando de encontrar el que más le acomoda en el momento.
Recuerdo al Morning
Musume de sus inicios. Aunque no llegué a conocerlas a fondo, escuchando los
viejos éxitos del grupo en sus singles principales, me di cuenta que tiraban
para un estilo más discotequero, casos Summer Night Town, Daite Hold on Me o Manatsu no Kousen, la
baladita fresa como Memory Seishun no Hikari o Furusato o lo netamente bailable
como Love Machine. Cosas comunes de finales de los noventas, nada raro o fuera
de lugar. Los álbumes de esa época eran otra cosa. Ritmos como el ska, el
techno o algo de rock melódico también fueron moneda corriente. Digamos que
eran canciones que se acoplaban a la perfección a las voces de las Golden.
Los inicios del 2000
fueron de un constante movimiento en cuanto al estilo musical de Morning
Musume. Digamos que con el ingreso de las primeras niñas de kínder, comenzaron
a flexibilizar el asunto del sonido con temas como Happy Summer Wedding (como
harían un día con su copia fiel versión 2012, Pyoko, Pyoko Ultra), I Wish o
Renai Revolution 21. La época divertida empezó con The Peace o temas como Mr
Moonlight ~Ai no Big Band, Koko ni Iruze! o Souda We're ALIVE, pasando por el
poderoso rap de Do it Now!
Mencionar las demás
canciones de esa excelente etapa, resultaría un poco ocioso, pero demás está
decir que siguieron en fase de experimentación con temas como As for one day,
siguieron rapeando con Shabondama, nos divirtieron con Go girl! ~ Koi no
Victory, nos emocionaron hasta las lágrimas con temas como Ai Araba It's All
Right! y nos hicieron rockear con Roman ~My Dear Boy~, pero ¿qué creen? Seguían
siendo una banda pop ni más ni menos, no tenían un “estilo” propio, seguían
haciendo lo que al productor se le ocurría y si sonaba bien, pues, a seguir
dándole.
Y seguían
experimentando y esa era una constante. Temas como Namida ga Tomaranai Houkago,
The Manpower, Osaka Koi no Uta hasta Egao Yes Nude serían el sello que marcaría
esa etapa, pasando por Kanashimi Twilight, donde pretendieron darle un aire
rockero al grupo, pero eso no quedó más que en simple intento. Onna ni Sachi
Are significaría la vuelta de tuerca que necesitaba el grupo, como
desmarcándose de sus primeras tendencias y apostando por un sonido más moderno,
ojo, no hablamos de estilo musical, hablamos de sonido y vaya que esa etapa fue
bastante productiva al respecto con temas como Mikan, Naichau Kamo, Shouganai
Yume Oibito, Nanchatte Renai o Resonant Blue. LÁSTIMA que en materia de ventas
las cosas no fueron bien en esa etapa, pero esa ya es otra historia.
Retrocediendo un poco a álbumes como el SEXY 8 BEAT o el Platinum 9 Disc, descubrimos joyitas como el
poderoso techno de Genki+, con similares sonidos en Shanimuni Paradise o Mirai
no Taiyou, la dulzona Haru Beautiful Everyday o la divertida Be Positive en el
SEXY 8 BEAT. En el Platinum 9 Disc nos enseñaron que podían hacer hasta
reggaetón sin dejar a la mujer como un agujero con piernas con Take off is Now,
ser sensuales con Jounetsu no Kiss wo Hitotsu, torturarnos un poco los oídos
con el It’s You de la Sayu o endulzarlos con Kataomoi no Owari ni de nuestra
Eri.
Llegaban las nuevas
generaciones y el sonido fue cambiando otra vez. No es el estilo musical,
seguían siendo una banda pop y seguían jugando con cuanto sonido les viniera en
gana. Maji desu ka Ska! fue el campanazo inicial de que se venían tiempos
distintos en el grupo. Only You fue la siguiente cucharada de la sopa que nos
tenía preparada Tsunku, como alistándonos para lo que seguía. Hasta Renai
Hunter la cosa estaba en calma y no fue hasta One Two Three que nos dimos
cuenta que lo que nos esperaba era de terror en asuntos musicales.
Con Wakuteka Take a
Chance, Tsunku nos dijo: “O se acostumbran o se pueden ir que la puerta es bien
grande” y bueno, sólo los fans nos quedamos, dispuestos a soportar el vendaval
de sonidos electrónicos con harto autotune que nos regalaría el Boss a partir
de ese momento. Lo siguiente por venir fue todo un desafío a la paciencia (y
los oídos) de los fans de éste lado del charco. Seguían con lo mismo con temas
como Help Me!, Brainstorming, Kimi Sae Ireba Nani mo Iranai, Ai no Gundan y
Wagamama Ki no Mama Ai no Joke. Y por lo
visto seguirán así por un muy bueeeeen tiempo, pues para mala suerte, las
ventas les han sonreído y no hay disco que saquen que la rompa en las listas
del Oricon y supere la barrera de las 120000 copias vendidas, así que tenemos
electro para rato, pues temas como What is Love?, Password is 0 y Toki wo Koe
Sora wo Koe son la constante por ahora.
Pero como los fans no
perdemos la fe, el Fantasy! Juuichi, el 12 SMART y el 13 Colorful Character son
las fuentes de donde podemos beber aún algo del Morning Musume de siempre con
temas como Bravo!, Fantasy ga Hajimaru, I’m Lucky Girl, Denwa de ne y la
excelente Itoshiku Kurushii Kono Yoru ni
del Fantasy! Juuichi; Silver no Udedokei, Kaiketsu Positive A, My Way ~Joshikou
Hanamichi~, Kono Ai wo Kasanete y la poderosa OK YEAH! del 12 SMART o la
siempre nostálgica Be Alive, What's Up Ai wa Dou na no yo~, la divertida Lalala
no Pipipi de nuestra Sayu, Namida Hitoshizuku de la Enana Gruñona y saltar
hasta el techo con la espectacular Dokka~n Cappricio del 13 Colorful Character.
Y por si a alguien no le
quedó claro todo esto, espero que se “gradúe” junto con Sayumi y no estén jodiendo más la
paciencia con eso del “estilo musical” de Morning Musume, que las chicas cantan
y cantarán lo que les dé le gana.
Que no les guste ya es harina de otro costal.