Y se cumplió la profecía del retorno de la Idol Milenaria. (Si, como no…..)

¡Minna-san!!!

¡Otsukareina!!!

Un temita que viene sonando con fuerza éstas últimas semanas es acerca de una niña de un grupo llamado….. éste, llamado…… mmmmmm…… no recuerdo como, pero si recuerdo el nombre de la niña en mención, una niña llamada Hashimoto Kanna, que por una curiosa casualidad ha recibido un pomposo, hiperbólico y hasta podría decirse que exagerado título, el de ser la llamada la Idol Milenaria o Idol que aparece cada Mil Años, títulos más, títulos menos.

Pues, la verdad no soy mucho de cuestionar los títulos que les dan a algunas idols (salvo cuando a algún desubicado se le ocurre llamar a Tsuji Nozomi, “la mejor Morning Musume de la historia”), pero en ésta ocasión, como que se me subleva un poco el ánimo cuando me entero que a la niña en mención la honran con ese título, que si bien sus fans asumo que deben tener toda la razón del mundo para habérselo dado, como que a mí me descuadra un poco el asunto.

Dicen los entendidos (y sus fans) que a la niña la nombraron así, porque reúne en un solo cuerpecito todos los atributos de la idol ideal, como son el famoso “pureza, belleza y no sé que más”, aparte de que es linda (eso dicen), talentosa (no me consta) y toda una idol en todo el sentido de la palabra, lo que me lleva a pensar que estoy realmente perdido en cuestiones idolescas, pues para no haber  notado a una idol así hasta ahora si que soy un verdadero ignorante en la materia.

La verdad que no estoy cuestionando el asunto, sólo que se me hace un poco curioso, que recién que ha aparecido la pequeña Hashimoto, todos se hayan dado cuenta que han encontrado a la Idol que aparece cada Mil Años, pero personalmente no sé en que se basan para semejante conclusión, aunque debo reconocer que no la he escuchado cantar, no la he visto bailar ni tengo la menor idea de su performance en vivo, pero si he de dar fe a lo que dicen los demás, que es la idol perfecta aunque no cante ni arroz con leche, baile como si tuviera dos pies izquierdos y sea más apática que Oku Manami, pues habrá que darles la razón.

Ahora no quiero que piensen que odio a la niña (conclusión que saca todo el mundo cuando no le tiro flores a una idol), sólo que hasta que no la vea en acción no sabría dar una opinión acertada del asunto, pero eso tampoco significa que vaya a estar de acuerdo con los demás, recuerden que no soy borrego de nadie, pero de que me estoy intrigado con el asunto, lo estoy. Entonces habrá que ver de lo que es capaz la pequeña Hashimoto Kanna.

Pero de ahí a que la vea como la Idol Milenaria, como dice el dicho, “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”. Aunque si terminé amando a Sayashi Riho, mi odiada Enviada del Mal, puede que termine amando a la Idol Milen…. digo, a Kanna.