¡Minna-san!!!
¡Otsukareina!!!
De toda la discografía de Morning Musume en general y de la
Platinum en particular, son pocos los temas que han conseguido tres cosas al
mismo tiempo. Emocionarme, alegrarme y conmoverme al mismo tiempo. Y éste
Shouganai Yume Oibito lo consiguió y con creces.
Si bien, éste tema para mí fue uno de los mejores de la
Platinum, aún recuerdo el comentario de uno de mis contactos de Facebook en un
foro que ya pasó a la historia, en el sentido que ésta canción le pareció “la
más sosa y aburrida que haya escuchado jamás” y la verdad nunca compartí
semejante opinión, pues, eso es lo lindo de la democracia, que puedes tener
distintas opiniones sobre un mismo tema sin necesidad de estarse deseando la
muerte entre los que opinan de diferente manera.
Pero bueno, dejando de lado la anécdota, veamos porque
consideré a ésta canción una de las mejores de mis inolvidables Platinum y como
siempre la veremos desde los tres lados principales que componen un PV. Video,
coreografía y la canción en sí.
Para empezar, el video sin ser una maravilla se las arregló
para ser un trabajo visual bastante aceptable pues siendo un video bastante
sencillo y sin grandes pretensiones, fue todo un excelente video, quizás que en
esa etapa no era muy exigente que digamos, pero todo el trabajo estuvo sobre un
promedio, con esas tomas estilo documental en exteriores y con las chicas
haciendo un trabajo muy superior al mostrado en Naichau Kamo en materia de
digamos, actuación, parece que aprendieron la lección y ésta vez lo hicieron de
maravillas, demostrando más actitud y ganas de hacer bien las cosas.
Luego viene la sempiterna coreografía y bueno, tal vez puedo
pecar de exagerado, pero personalmente y para mí, fue una de las mejores en
materia de coreografía de toda la Platinum y quizás de la videografía de
Morning Musume, claro si la comparamos con desastres como Renai Hunter,
Brainstroming, Wagamama Ki no Mama Ai no Joke o el desastre mayor que significó
el “ballet” de Toki wo Koe, Sora wo Koe, ni modo. Para empezar, esos vestidos
blancos y las extensiones en el cabello de las chicas fueron un gran acierto,
esa sincronización de todas al bailar, el exquisito baile de Takahashi y
Niigaki, el ver a Mitsui y a Kusumi adelante en casi todo el video y esos pasos
tan delicados de todas ellas, hacen del dance shot de ésta canción uno de los
mejores que haya visto y eso que yo soy uno de las más ácidos críticos en
materia de baile del grupo, pero definitivamente ésta coreografía sí que me
llenó los ojos.
Y terminamos con la canción en sí y bueno, ¿quién de ustedes
no se ha dejado ganar por alguna lagrimita escuchando ésta canción? Una extraña
mezcla de pop cuasi bailable con un punteo de guitarra genial y con ese piano
de fondo, amén de ese solo de violín, hacen de ésta canción una experiencia
inolvidable para los oídos y eso que no mencioné que la maravillosa voz de
Takahashi, el vibrato de Tanaka, la dulzura de la voz de Kamei y la ronca voz
de Niigaki complementan a la perfección una de las mejores canciones que haya
escuchado de Morning Musume, superada quizás solo por la excelente Itoshiku Kurushii Kono Yoru
ni del Fantasy! Juuichi. Definitivamente que ésta canción mereció un mejor
premio en materia de ventas, pero para esa época ya el prestigio del grupo
estaba medio resentido y sin contar que ya tenía encima a las AKB48 y no digo
que ellas sean las culpables de la debacle del grupo, pero ya empezaban a
sentir la pegada de la competencia, pero ésta canción sí que tiene un lugar
guardado en las preferencias de los fans de la Platinum.
Entonces gentita, éste single 39 fue de lejos y por mucho
uno de los mejores de la época que todos amamos y pasará mucho tiempo hasta que
salga uno igual, salvo que al Jefe se le prenda el foco otra vez y deje de
hacer tontería y media, que deje de torturarnos con el bendito electro pop con harto autotune y
vuelva a sus fueros, que ya sabemos lo que nos espera con el próximo single del
grupo.