¡Minna-san!!
¡Otsukareina!!!
Como muchos recuerdan, el pasado 30 de marzo se cumplió un año de la graduación de Kobushi Factory como grupo y tenía en mente hacer una remembranza de cada una, muy a mi estilo por cierto, pero volviendo a tomar como base lo que escribí en mi muro de Facebook en ese momento, entonces empezamos por la, para mi, más curiosa de las ex-integrantes del grupo.
Wada Sakurako.
Wada Sakurako fue, a mi modo de ver, una idol muy particular. Desde pequeña, cuando estaba en kenshuusei, se veía que era una muchacha tímida y que no aspiraba a más que estar un tiempo en el equipo de entrenamiento y luego irse, observación que me fue confirmada por ella misma, cuando admitió que no quería ser idol y más cuando anunció que se retiraba de la industria del entretenimiento.
Ahora, a diferencia de muchas chicas, no se esforzó mucho por explotar su imagen o su lado sexy como muchas otras. Personalmente nunca la vi atractiva, pero sabía ser bonita a su manera. Siendo que ella misma se calificaba de torpe, cosa con la que nunca estuve de acuerdo, Sakko bebé fue una idol promedio que recién en los dos últimos años liberó todo su potencial, adquirió más confianza en si misma y prueba de ello fue la oportunidad que le dieron de sacar su propio photobook en solitario.
Digamos que su imagen era la de una muchacha común y corriente jugando a ser idol. Su estatura y sus modos cuasi toscos, no la ayudaron mucho que digamos. Pero fueron su talento y desempeño en Kobushi Factory lo que dejaron de lado el hecho que no estaba lista para explotar su lado visual. Quizás no haya estado al nivel vocal de sus compañeras, pero su incipiente vibrato y su voz gruesa le dieron ese particular tono a su voz, que de todas maneras era un placer oírla cantar.
Otro punto a destacar de Sakurako era su innegable sentido del humor y como sabía jugar a la perfección con su papel de "cabecita de aire" y rematando con ese aire de niña inocente cada vez que metía la pata, uno de los detalles que más extraño de ella. Aunque no podemos negar que si era algo negada al baile, pero supo defenderse y estar a la par de monstruos del baile como Hirose, Hama-chan o ReiRei.
Pero bueno, prefiero quedarme con los buenos recuerdos de Sakurako. Su sonrisa extraña. Su atípica belleza. Su proverbial torpeza. Su curiosa inocencia. Y su derroche de talento en el escenario.
Esa es la Sakurako que prefiero recordar.
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