jueves, 17 de junio de 2021

¡Música, Maestro!!!

¡Minna-san!!!

¡Otsukareina!!!

Nuestras idols. Amadas u odiadas. Reverenciadas o infravaloradas. Elevadas al status de diosas del Olimpo y a veces enviadas al Inframundo. Pero a pesar de todo, no dejan de ser esas niñas, adolescentes y señoritas que nos arrancan una sonrisa, nos alegran el día con sus canciones, sus voces, sus ocurrencias y por supuesto, el innegable talento que tienen todas. O bueno, casi todas.

Y ya que hablamos de talento, una cosa si es cierta. Si bien muchas de ellas son unas verdaderas eminencias en lo que a canto y baile se refiere, ¿en que rubro ponemos a las que demuestran ser un verdadero prodigio en el difícil arte de tocar un instrumento musical??? En tiempos recientes he notado que hay varias que destacan en sus respectivos grupos por tocar alguno que otro instrumento y al parecer es el piano el preferido de varias.

Por mencionar a algunas, tenemos a Ono Mizuho de Tsubaki Factory con su flauta traversa, Kaga Kaede y la trompeta, Yokoyama Reina y su saxofón, Kobayashi Honoka de BEYOOOOONDS, Dambara Ruru de Juice=Juice, Nonaka Miki y Kitagawa Rio de Morning Musume'21 con el ya archiconocido piano y la terrible Sweet Devil y su maestría para tocar el mismo instrumento de las anteriores. Y si mencionamos a algunas graduadas, imposible no recordar a Yanagawa Nanami tocando el saxo en un evento de navidad de las Country o Miyamoto Karin tocando la guitarra eléctrica en uno de sus eventos de cumpleaños.

Ahora, aquí lo curioso es que muchas de ellas son unas verdaderas estrellas con el piano, uno de los instrumentos (a mi parecer) más difíciles de la lista, lo que me lleva a pensar que sus padres les veían otro futuro cuando eran niñas y no saltando sobre un escenario con una tropa de pervertidos tratando de mirarles los chones debajo de sus faldas, ok no, un poco exagerado. Y una cosita un poco más curiosa, tratándose de una sociedad tan competitiva como la japonesa. Supongo que pagarle a una niña unas lecciones de piano no debe de ser algo barato y más aún logrando un nivel como el demostrado por Sato, Nonaka, Dambara y Kobayashi, por lo que debo de asumir que las chicas antes mencionadas deben de ser de padres pudientes o al menos con el suficiente money como para permitirle semejante caprichito a sus engreídas.

En fin. Así como van las cosas, no sería una mala idea juntar a las músicas del Proyecto y tratar de armar una pequeña banda (no, no de esas que asaltan bancos) y ver que puede salir de eso, aunque viéndolo bien, no creo que se logre mucho con cinco pianistas, una flautista, una trompetista y una saxofonista, al menos que piensen formar un grupo de jazz, pero conociendo a nuestros jefazos, cualquier cosa puede ocurrir.

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