¡Minna-san!!!
¡Otsukareina!!!
No sé ustedes, pero para calificar un concierto tengo que verlo varias veces para poder captar detalles que a veces algunos no notan a la primera, pero siendo sincero, hay veces que un concierto puede ser tan bueno que me basta verlo sólo un par de veces antes de darle el calificativo final o tan malo que tengo que verlo dos o tres veces como máximo y luego refundirlo en el baúl de los recuerdos.
Y lo primero parece haber sucedido con el concierto de graduación de Morito. Pues para ser sincero, los dos últimos conciertos del grupo, uno de ellos el de graduación de Sato, sólo quedaron para el recuerdo y cuando los vi, sólo deseaba que terminaran de una vez. Pero lo que vi en el concierto de Morito, sin ser perfecto, excelente o medianamente bueno, fue un concierto que se puede disfrutar de principio a fin, más que nada por la actuación de las chicas, que a pesar del cansancio y del sudor, sacaron adelante un concierto con todos los altibajos de siempre, pero superados limpiamente y más que nada en lo que a resistencia se refiere y eso fue lo que me dejó más que satisfecho.
Recuerdo conciertos que puedes ver una y otra vez sin cansarte, como el Resonant Live, el CHANCE!, el Inspiration, el concierto de graduación de Kudo o el GRADATION, pero éste Never Been Better! lo sentí bastante pasable y como mencioné, muy aparte del aceptable tracklist, fue lo que hicieron las chicas lo que les ganó el aplauso y la aprobación de éste su humilde servidor. Se batieron como leonas sobre el escenario del Nippon Budoukan, ese mismo Nippon Budoukan de otras noches de gloria, pero ésta vez lo dieron todo y como mencioné en el primer comentario, terminaron agotadas, pero felices.
En la parte que más me sorprendieron fue en el consabido medley, donde todas dieron cátedra de resistencia física y rindieron como las grandes que son. Y eso que hablo del rendimiento grupal, pues en las individualidades fue dónde todas sacaron nota aprobatoria, salvo en la pequeña patinada en Shouganai Yume Oibito, pero eso queda para la anécdota.
Y si hablamos de la protagonista principal, pues, que les puedo decir. Quiero creer que en su última noche quiso dejar un buen recuerdo en el corazón de los fans, si bien SUS FANS estuvieron contentos con ella desde que entró, pero bueno, quien soy para decirles lo contrario, pero en lo personal, todas sus anteriores actuaciones que fueron una oda al desastre, quedaron olvidadas en una sola noche, lo triste fue que haya sido su última noche, donde por fin decidió ser la niña de la cola de caballo que conocí en Country Girls y no la rémora que entró a Morning Musume. Fue la muchacha de poderosas actuaciones en los conciertos del Hello! Project junto a sus compañeras de Country Girls. Fue la niña tierna de temas como Koi Dorobou, Peanut Butter Jelly Love o Ranrarun ~Anata ni Muchuu~. Fue la muchacha de temas poderosos como Dou Datte Ii no o Good Boy Bad Girl. Fue la Morning Musume que QUISE VER desde que entró. Pero no. Sólo lo hizo EN UNA NOCHE, después de casi cinco años.
Pero ya no hay vuelta que darle. En líneas generales, fue un concierto divertido, fácil de ver y fácil de disfrutar, pero como el de Sato, no es un concierto que se me antoje ver otra vez, para eso prefiero volver a ver el CHANCE! y disfrutar con ese tracklist de antología, pero siendo justo, éste concierto es altamente recomendable y los más acérrimos fans de Morito Chisaki si que lo disfrutarán a rabiar.
Y no dudo que ustedes también lo disfrutarán.
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