¡Minna-san!!!
¡Otsukareina!!!
Decir que éste concierto fue una maravilla sería exagerar un poco, pero de que estuvo muy bueno, eso ni dudarlo. Definitivamente que cuando las chicas quieren hacer bien las cosas no hay nada que las detenga. Hicieron un trabajo encima del promedio que suelen presentar y dejaron en el olvido el desastre que significó el anterior concierto, el de la graduación de Ogata. Digamos que ésta vez se lucieron para despedir como se merece a Iikubo y vaya que les salieron bien las cosas.
En líneas generales, como ya lo mencioné, brindaron un espectáculo aceptable, lleno de vibrantes momentos y actuaciones geniales, pero a ratos como que se apagaba la llama de la emoción, sólo para volver a recuperar los bríos y continuar haciendo las cosas de la mejor manera. Me dio gusto ver a Oda otra vez haciendo lo que sabe hacer, me sorprendió de manera agradable el trabajo de Yokoyama, Morito quiso hacer bien las cosas y lo consiguió a medias. Sato en la línea que separa la decepción y lo aceptable. Y las demás chicas haciendo un trabajo por demás espectacular, lo que le dio el realce que se merecía éste concierto.
Pero de todos modos hubo momentos en los que el concierto parecía perder fuerza, quizás era la presión que sentían por no desentonar en el trabajo que estaban haciendo bien hasta ese momento, pero a pesar de todo se las ingeniaron para mantener el nivel de un concierto que de por sí, ya tenía el sello de una cuasi perfección y eso me sorprendió. Dicho sea de paso, el Nippon Budoukan brilló con esos glowsticks amarillos de una manera por demás nostálgica, pero ese hermoso mar amarillo fue una de las mejores partes del concierto, como antaño esos mares rojos, verdes, naranjas y celestes de las últimas cuatro graduaciones.
Y nuevamente el punto a destacar fue la despedida de Iikubo Haruna. Como lo hizo antes su tocaya Ogata Haruna, fue en su última noche cuando brilló de manera única. Hizo un trabajo bonito y se fue con el merecido aplauso de los que llenaron el Nippon Budoukan. Y aunque no lo crean, la llorona Honey se fue con una radiante sonrisa en el rostro pues nuevamente obviaron esos temas que te hacen añicos el corazón y más aún en un concierto de graduación. Aunque de todas, la única que de manera increíble cedió al llanto fue la Líder Fukumura Mizuki y la verdad que no me lo esperaba.
Otro punto que ya mencioné fue la aceptable performance de Yokoyama Reina, una muchacha a la que estuve haciendo picadillo en las últimas tres giras. Pero de todos modos insisto en que le falta mejorar mucho y ya depende de ella seguir en la senda que se ha trazado. Aunque definitivamente lo suyo nunca será el canto y en éste concierto lo demostró con creces. Y otra vez el punto álgido de éste concierto fue Sato Masaki, a la que vi muy por debajo de lo que suele mostrar, pero eso será material para otro post.
Entonces gentita, éste concierto es altamente recomendable, muy bueno por donde lo vean, aunque como lo veo, no llegará la brillo de grandes conciertos de antaño como el Resonant Live o el CHANCE!, pero se deja disfrutar y es por eso que ustedes también deben disfrutarlo y sin sentirse tristes, que éste concierto tiene de todo, menos tristeza.
Y así deben de disfrutarlo.
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